El clubhouse de los Leones del Caracas anda movidito, y no es para menos. José Alguacil, el líder de los melenudos, tiene un rompecabezas sobre la mesa: cómo cubrir la posible salida de su as de la rotación, Erick Leal . Y claro, cuando se mueve una pieza grande, el resto del tablero tiembla.
“Erick es uno de los nombres que están evaluando”, soltó Alguacil con ese tono entre orgullo y preocupación que solo tienen los managers cuando pierden a uno de sus caballos fuertes. “Sabemos lo que significa vestir la camiseta de Venezuela, eso no se niega. Pero también todos saben los retos que tenemos con el pitcheo. Si se va, nos afecta muchísimo”.
Y vaya que se entiende. En una liga donde cada lanzamiento se siente como oro, perder a tu abridor más confiable no es cualquier cosa. Pero ojo: lejos de lamentos, en el Caracas ya están prendiendo el radar para ver quién da un paso al frente.
“No es la primera vez que pasa”, dijo el estratega. “Esto también abre puertas para otros lanzadores que quieren demostrar que están listos para asumir el reto”.
El eterno dolor de cabeza: el bullpen
Si hay algo que le quita el sueño a Alguacil, ese es el bullpen. Y en este arranque de campaña, parece que las pilas de los relevistas vienen con uso ilimitado. “Esto no es un secreto. No solo nos pasa a nosotros, toda la liga está igual”, explicó.
Y vaya que lo respalda la estadística: el año pasado los Leones lanzaron casi el doble de entradas desde el relevo que desde la rotación. Este año, la historia pinta parecida. “Hay juegos donde entre los dos equipos pasan 15 pitchers. Imagínate. Eso es una locura”.
Ese desgaste tiene efecto dominó. Roles que se pensaban definidos terminan moviéndose, y nombres como Norwith Gudiño han tenido que asumir situaciones antes de tiempo. “Hemos pensado en él como cerrador, pero la situaciones del juego no me dejan guardarlo. Lo necesito antes”.
Eso sí, Alguacil no etiqueta a nadie a la ligera. “Los roles se ganan. El año del campeonato teníamos un plan claro y funcionaba después del quinto. Ahora estamos trabajando para llegar ahí otra vez”.
Y ahora, ¿qué pasa con Bonaci?
Por otro lado, la ofensiva vive un ambiente distinto: competencia buena, de esa que motiva. Brainer Bonaci venía encendido, con números que pedían titularidad diaria. Pero la llegada de Harold Castro mete sazón y movimiento a la alineación.
“Eso es un problema bonito”, soltó Alguacil entre risas. “Los muchachos jóvenes han respondido, han aprovechado la oportunidad y nos han dado profundidad. Y ahora llega Harold, y todos sabemos lo que aporta”.
Entonces, ¿quién juega? “El que esté caliente”. Así de simple, así de claro. Un día el lineup es uno, y al otro puede ser otro. Lo importante: todos tendrán chance, y Bonaci, por como viene, no se quedará viendo desde la banca.
Herrera también avanza
Para cerrar, una buena noticia: Ronald Herrera dio señales positivas en su recuperación y lanzó un bullpen en vivo. El plan con él es cuidadoso, sin apuros innecesarios. “Es una lesión delicada y no vamos a arriesgar. Queremos tenerlo para rato”, subrayó Alguacil
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